Dejamos de lado las posibles visitas arqueológicas por su término municipal (Churuletes, Onegas, etc.), que sería interesante relatar, para centrarnos en el legado islámico. Coronando el pueblo se sitúa la alcazaba. Ascendiendo hasta ella por la plazoleta de la iglesia, lo primero que nos encontramos es un bonito aljibe hispanoárabe y la Torre del Agua (maravilla de las maravillas por sus soluciones arquitectónicas y funcionales), que técnicamente es más bien una torre coracha, en cuyo interior existe un manantial de aguapotable del que abastecían a la fortaleza y los barrios de la ciudad, pulse aqui para continuar leyendo...